viernes, 21 de noviembre de 2014

El extraordinario viaje de T.S. Spivet

El extraordinario viaje de
T.S. Spivet

Ficha técnica

Director: Jean-Pierre Jeunet
Productores: Jean-Pierre Jeunet
Reif Larsen
Guillaume Laurant
Música: Denis Sanacore
Fotografía: Thomas Hardmeier
Montaje: Hervé Schneid

Reparto

Judy Davis: G.H. Jibsen
Kyle Catlett: T.S. Spivet
Jakob Davies: Layton
Niamh Wilson: Gracie
Dominique Pinon: Dos nubes
Robert Maillet: Gigante Hobo


El extraordinario viaje de T.S. Spivet es una película de drama y aventura en la que un niño prodigio llamado T.S. Spivet viaja a Washington para enseñar allí un maravilloso invento llamado rueda magnética. En la película cada personaje se comporta de una forma distinta:

El padre: El padre se comporta de una forma buena con T.S. Spivet y con su hermana Gracie, porque aunque le gustan mucho los cowboys y el rancho e intenta convencer a su hijo de que le guste porque a su otro hijo al que le gustaban se murió, en la película cuida mucho a su hijo y le defiende cuando le están haciendo algo.

La madre: La madre se comporta bien defendiendo y cuidando a su hijo pero a la hora de hacerle caso lo hace mal. La madre que trabaja estudiando insectos se pasa la mayor parte de su tiempo intentando descubrir una nueva especie de escarabajo. Aunque su hijo T.S. Spivet le asegura que esa especie no existe ella sigue investigando y estudiando la posibilidad de que exista un nuevo escarabajo. Menos mal que al final de la película la madre se da cuenta de que no existe tal especie de escarabajo y viaja junto al padre a Washington para recuperar a su hijo.

La hermana: La hermana no se comporta de buena forma con su hermano pequeño y con su familia en general. Siempre le dice al hermano que sus inventos son malos y también que las cosas que piensa son todas mentira. Gracie aunque orgullosa de su hermano a la vez tiene un poco de envidia porque él saliera en la televisión mientras que ella estaba aburrida en casa sin poder hacer nada. Su sueño es ser la Miss Estados Unidos pero no pudo ser y se tuvo que conformar con formar parte de una vieja casa con establo. En la mayor parte de la película Gracie maltrata a su familia diciendo cosas como “tengo una familia de tarados”.

El hermano: El hermano de T.S. se comporta muy bien con su familia, le gustan mucho los cowboys y los ranchos igualmente que al padre. Un día tuvo una accidente con una escopeta y tristemente falleció. Todos los familiares que estaban allí lloraron. Sobre todo T.S. porque siempre solían jugar en el establo a la escopeta. Aunque en la realidad el hermano estaba muerto durante la mayor parte de la película daba consejos y le decía cosas a T.S. Spivet.
T.S. Spivet: T.S. Spivet a igual que su hermano se comporta muy bien con su familia. Siempre les intentaba ayudar con su inteligencia. Aunque él también ayudaba, sus padres le proporcionaban mucha seguridad. Su inteligencia que era muy superior a la media le permitió viajar a Washington en tren y en la furgoneta de un señor.

En la película los cuatro principales derechos del niño se cumplian a la perfección:

1- A la no discriminación: T.S. era respetado por todos los medios cómo la televisión y la radio y por todas las personas cómo la churrera o el chico que le llevó en la furgoneta hasta el instituto.
2- A interesarse por los niños: Las leyes eran respetadas e interesadas por los niños.
3- A la vida: Todas las personas eran respetadas y no maltratadas

4- A la participación: En la película los niños como T.S. tenían derecho a opinar y a decidir pero cuando fue al programa, el presentador y su “representante” le trataron mal.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Ébola y cáncer

Banco de semillas Svalbaard

Banco de Semillas Svalbard



El banco de semillas Svalbard es una despensa subterránea de semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo.

Además es el almacén de semillas más grande del mundo cuyo objetivo es el de guardar las muchísimas plantas que servirían de alimento en caso de catástrofe mundial.

Se conoce por Bóveda del fin del mundo, puesto que es capaz de aguantar terremotos, bombas nucleares y más desastres.

Se construyó a 120 metros de profundidad de una montaña de piedra arenisca en una isla situada entre el Océano Ártico, el Mar de Barents y el Mar de Groenlandia. La construcción la iniciaron en Marzo del del 2007 y la inauguraron el 26 de Febrero del 2008 con 100 millones de semillas procedentes de cien países de todo el mundo.


Tiene tres almacenes y en cada uno hay capacidad para 2.000 millones de semillas, que serán extraídas de nuevo una vez que sean destruidas o se hayan agotado. Mientras tanto se conservarán a 18 grados bajo cero y en cajas de aluminio cerradas herméticamente.

También es impermeable a las actividades volcánicas, la radiación, la crecida del nivel del mar y más cosas.

Para construirla se necesitaron más o menos 9 millones de dólares, y por esos algunos países les donaron dinero para la obra. Los que donaron fueron Reino Unido, Australia, Brasil, Colombia, Etiopía e India.

Al final la proporción del dinero que se donó fue 72% Estados, 23% Fundaciones, 5% Empresas y 1% Otros.



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Mitología

El Trenthorí


El Trenti

El Trenti es un personaje mitológico de origen cántabro. Es un duende que vive en los bosques y viste con hojas, musgos y raíces. Es muy travieso y se esconde entre los bardales para tirar a las chicas de las faldas y después pellizcarse las pantorrillas. No es solo travieso, también ayuda a los pastores sin que lo sepan a encontrar su ganado tras las tormentas o maldades del Ojáncano y tiene un gran sentimiento hacia los niños.

Durante el invierno duerme en hundimientos de montañas conocidos también como torcas y en verano bajo la frescura de los árboles. Se alimenta de panojas y de endrinas pero jamás prueba el agua puesto que es veneno para él.

El duende Zahorí

El duende Zahorí es un personaje mitológico de origen cántabro. Es un duende enanito que a diferencia de los otros duendes no se dedica a fastidiar a la gente cántabra sino que las ayuda. Le llaman el buscador milagroso o el duende de las cosas perdidas porque cuando alguien pierde algún objeto le envía una carta a el duende Zahorí. El duende Zahorí da unos cuantos rodeos antes de buscarlo y si él vé que la persona que le ha enviado la carta se pone impaciente o duda de él, se marcha rápidamente a encontrarlo para después regalarselo a un necesitado.

El duende Zahorí es bajo y moreno, de cara redonda y nariz larga y afilada, de ojos grandes y morenos y pelo rubio. Va vestido con una zamarra roja y siempre corre de un lado a otro.
Descripción

El Trenthorí es un personaje mitológico que es una combinación entre Trenti y Duende Zahorí.

Se esconde entre los bardales para elegir a una chica, después la pellizca las pantorrillas y le da una cosa que había perdido algún día. También ayuda a los pastores a encontrar su ganado y si el pastor le insulta diciendo que porque le había robado el ganado el Trenthorí carga el ganado en un remolque gigante y se lo da a gente necesitada para que se alimente del producto que produce el ganado.

El Trenthorí es pequeño, moreno de piel y rubio de pelo, siempre viste con una zamarra roja llena de raíces con musgo y hojas, tiene una nariz picuda y alargada, tiene patas de pájaro, siempre corre de un lado a otro y solo bebe agua de cantabria porque la de otros lugares es veneno para él.


Cuento: El Trenthorí en Italia


Una mañana el Trenthorí se fue a los bardales como todos los días a descansar un poco y cuando estaba a punto de dormirse oyó unos gritos. Acudió rápidamente al sitio del que provenían los gritos pero, de repente, el que gritaba desapareció. Le siguió y vio que se marchaba en un coche, se montó en el remolque en el que siempre guardaba el ganado y siguió al coche. El coche iba muy rápido y el remolque no lo podía alcanzar así que el Trenthorí se bajó e hizo autoestop a un coche deportivo. El chico del deportivo le dejó subirse y siguió al coche donde estaba el que gritaba. El deportivo amarillo con pintadas de color naranja fuego, ruedas rojas y cristales tintados era mucho más rápido que el coche blanco con ruedas viejas y ventanas rotas. El deportivo alcanzó al seat blanco y el Trenthorí pudo ver al copiloto y al piloto del coche. En el sillón del copiloto estaba el hombre que gritaba y en el del piloto había un hombre gigantón pero espera no era un hombre era … el Ojáncano. Tenía su larga barba pelirroja, su verde tronco y su inconfundible musculatura acompañada de un enorme bastón de color marrón. El hombre de chaqueta negra estaba aterrorizado y el Ojáncano lo tenía agarrado al sillón del coche con una vieja cuerda y una pegatina en la boca. Siguieron al coche y el coche se paró en el aeropuerto de Santander. El Trenthorí se despidió del chico del deportivo y le dio las gracias y también le dijo que algún día le pasaría algo bueno. El chico del deportivo se fue tan tranquilo a casa y el Trenthorí se fue a seguir al Ojáncano.

El Ojáncano le dijo una cosa al oído al hombre de chaqueta negra y el hombre reaccionó como si le hubiera dicho una cosa normal. Fueron a unas taquillas cercanas y cogieron dos entradas para el avión. El Trenthorí les siguió y cogió otra entrada para el avión.

El Ojáncano y el hombre viajaban solo dos asientos delante del Trenthorí. El Trenthorí no dejaba de mirarlos como podía, entonces se le ocurrió que no sabía a donde iban y podría mirar en la pantalla para descubrirlo. Se asomó con miedo y cuando vió la primera letra se puso bastante contento. Era una I una I mayúscula una I de índice una I de Italia.

Llegaron a Italia y el avión les dejo en un lugar muy alto, miraron abajo y allí todo era muy bonito, todo estaba lleno de canales de agua. El Trenthorí lo conoció al instante había tenido una vez una reunión mitológica allí, el sitio aquel era Venecia. Estaba todo lleno de barcas con personas dentro. Se bajaron en el aeropuerto y allí una barca les llevó a todos a un hotel de 5 estrellas que era un rascacielos de 128 plantas.

Nada más bajarse el Trenthorí empezó a correr hacia el Ojáncano, pero este se metió en el hotel, pidió habitación y nada más darle la llave empezó a correr escaleras arriba. El Trenthorí ni pidió habitación y cogió el ascensor. Cuando el ascensor subió el Trenthorí vió al Ojáncano con el hombre y poco después le tenía a un lado suyo. El Ojáncano estaba acorralado porque detrás del Ojáncano estaba la pared y delante el Trenthorí.

El Trenthorí era conocido no solo por ser el más pequeño de todos los personajes mitológicos, sino que también por su fuerza, valentía y velocidad. El Ojáncano era también muy fuerte tanto que podía levantar una casa, pero el Trenthorí también, así que el Ojáncano no se arriesgó, cogió al hombre de chaqueta negra y tiró la pared abajo para saltar y caer donde fuese. Nada más saltar los tres estaban asustadísimos, el Ojáncano había saltado a un pequeño trozo de acera y agua. El Ojáncano estaba asustado por si se moría, el hombre también por si se moría y el Trenthorí también estaba asustado pero él no había saltado, él estaba asustado porque no podía permitir que muriese un hombre cántabro y encima en Italia su país favorito.

Se iban a dar justo contra el pico y se iban a abrir la cabeza los dos, pero en ese momento el Trenthorí pensó por lo que era famoso por su fuerza, su velocidad de rayo y su valentía, y pensó que podría usar todo a la vez. Su velocidad para ir a la acera de enfrente en diez segundos y además le daría tiempo porque estaban en la planta 114 y tardarían unos veinte segundos y le sobrarían diez después de llegar a la acera. Su fuerza para coger solo al hombre cántabro y su valentía para hacer todo eso.

Empezó su plan y de momento lo había conseguido, había conseguido llegar a la acera en solo diez segundos y cuando llegó, ellos todavía estaban cayendo con los pulmones llenos de aire. Estaban ya dos metros encima de él; se armó de valor y con un giro esquivo al Ojáncano para rápidamente coger al hombre cántabro e irse.

El hombre cántabro le dió  las gracias, pero el Trenthorí le dijo que tenían que volver a Cantabria porque el Ojáncano nunca moría.



Fin

Poema

Lo Cerrado

“¿Escuchas lo viejo, Señora,
como suena y como se calma?
Se van heraldos que lo aplastan.

Todas las escuchas están a salvo
entre la paz,
pero la parte de la máquina
luego quiere que la critiquen.

Mira, la máquina:
como no se venga y se respeta
y nos forma y anima.

Aunque su fragilidad vaya con vosotros,
que, con pasión,
abandone y estorbe”.

Mario Santiago

Inspirado en: Lo abierto (Rainer María Rilke)

El reino maldito

El reino maldito


Erase una vez, hace muchísimos años, dos niños que eran muy amigos y vivían en Cantabria. Uno se llamaba Iván y el otro Pablo. Iban a todos los sitios juntos, en vacaciones viajaban a partes de Europa: Francia, Italia, Alemania, Irlanda, Finlandia, Dinamarca…

Un verano todos estaban contentos por volver a viajar a otro país, pero entonces les llegó la peor noticia que podían recibir, que no iban a irse de vacaciones. A los dos amigos les explicaron que no podían irse por su situación económica, pero no lo entendieron y se enfadaron mucho con sus padres. Un día del verano estaban en sus casas aburridos y a Iván se le ocurrió que podía ir a casa de Pablo si sus padres le dejaban. Se lo preguntó muy enfadado y sus padres le dejaron ir.

Solo pasaron cinco segundos desde que Iván salió de su portal hasta estar plantado en el de Pablo. Llamó al timbre y los padres de Pablo le acogieron bien y le guiaron hasta la habitación de Pablo y aunque él ya la conocía les siguió encantado.

Entró en su habitación y nada más entrar los padres de Pablo les dejaron solos. Entonces Iván pudo ver a Pablo en su cama llorando. Iván le preguntó que porqué estaba llorando y Pablo le dijo que es que tenía muchas ganas de conocer otro país nuevo.

Estuvieron hablando un buen rato y quedaron en escaparse de casa el 29 de Febrero, es decir dentro de tres días.

Los dos estuvieron esperando el día. La noche anterior se volvieron a visitar para repasar su plan que era el siguiente: Se despertaron a las cinco de la mañana, es decir tres horas antes de lo normal. En la primera hora harían la maleta con todo lo necesario y entre la segunda y la cuarta se reunirían en el centro del pueblo para después tomar rumbo a donde fuese.

Empezó el plan, a las cinco de la mañana los dos estaban despiertos preparando la maleta y a las seis ya estaban de camino al centro del pueblo. A las seis y media los dos estaban reunidos con las maletas hasta arriba, se las montaron en el hombro y empezaron a andar.

Estuvieron andando unas dos horas, mientras tanto los padres de Iván y Pablo habían acudido a la policía para denunciar las dos desapariciones y habían colgado carteles por todos los sitios del pueblo.

Iván y Pablo al principio estaban muy convencidos de marcharse pero a medida que avanzaban iban echando más de menos a su familia. Estuvieron otras cuatro horas andando y encontraron un cartel en el que ponía “no pasar peligro” pero como ellos eran muy aventureros siguieron al cartel. Ya no había tiendas, casas y ni siquiera había una persona excepto ellos dos.

Siguieron el camino del cartel y llegaron a un magnífico palacio con ventanas doradas, puertas plateadas, techo multicolor… Llamaron a la puerta y un hombre elegante les recibió nada más tocar con los dedos la puerta. Les recibieron como si les estuvieran esperando desde hace mucho tiempo. A Iván y Pablo se les hacía muy raro que les acompañase a su habitación. Llegaron a su habitación, el hombre les dejó solos y se despidió diciendo que la comida era a las dos en punto. Pablo miró su reloj y vió que eran todavía las doce y media, es decir que tenían una hora y media para hacer lo que quisieran en su enorme habitación.

Estuvieron media hora en el jacuzzi y en la sauna y otra media en la piscina climatizada y en la zona de juegos. Se vistieron y bajaron. Estaban ansiosos por ver el palacio en el tiempo que les quedaba. Primero empezaron viendo el salón con pantalla gigante, el buffet gratis y la biblioteca. Después se encontraron al hombre elegante que les dijo que ya era la hora de comer y les acompañó a la mesa.

En la mesa estaba el rey, la reina y sus dos hijos, según el rey los presentó David y Goliat. Empezaron a comer, pollo asado, verduras, pescado, fruta, filete… en medio de la comida a Iván y a Pablo les entraron ganas de dormirse y en diez instantáneos minutos los dos estaban tumbados roncando en sus sillas.

El rey ordenó a sus caballeros que estaban alrededor de la mesa que le llevasen al mago dorado. Los caballeros obedecieron y le llevaron escaleras arriba hasta una enorme sala.

Allí todo era dorado, las sillas, las mesas, los jarrones, el suelo, el techo… entonces Iván y Pablo se despertaron. Observaron esa maravillosa sala dorada pero en un abrir y cerrar de ojos el mago dorado les convirtió a uno en sapo y a otro en ratón.

Aunque estaban despiertos estaban convertidos en animales que era mucho peor. Les volvieron a llevar al salón donde estaba la comida y el rey preparó una fogata.

Los dos niños aunque ahora animales estaban muy asustados. Pensaban que iban a morir pero entonces Iván vió a un lado de la mesa antídotos con los nombres de a lo que curaban. Iván empezó a buscar, tos, catarro y medicina rey dorado. Iván se lanzó de las manos del caballero y en cinco segundos ya se lo había echado a su amigo y en otros dos a él mismo. Cogieron la botella de champán de la mesa y se lo tiraron a todos los presentes. Cuando la botella se acabó salieron por la puerta plateada y salieron huyendo. En vez de seis horas tardaron tres pero corriendo por el miedo que tenían. Llegaron al pueblo y nada más entrar en el pueblo vieron a sus padres llorando. Entonces Iván y Pablo fueron hacia ellos y las dos familias lloraron juntas de alegría y desde ese momento Iván y Pablo nunca volvieron a escaparse.

Fin


     

Efecto dominó

Efecto dominó


Un día estaba dando un paseo y de repente vi un restaurante raro. Después de preguntarles a mis padres que porque el restaurante tenía esas letras tan raras me dijeron que era un restaurante japonés. El restaurante tenía muy buena pinta y yo siempre había querido probar una de las comidas más picantes del mundo el Wasabi. Les dije que si algún día podría ir a ese japonés y me respondieron que sí. Al principio me dijeron que igual íbamos esa semana al japonés pero al final no pudimos. Nos dijeron que como esa noche no pudimos ir, iríamos otro día.


El día llegó por fin aunque se me hizo larguísimo solo habían pasado dos semanas. Ese día era 29 de Septiembre de 2014 el día de mi cumple. En vez de ir a cenar fui a comer después de clase. Cuando entramos allí todo era muy bonito y tranquilo. Nos pusieron en una mesa al lado de la ventana. Nos empezaron sirviendo sushi y maki sushi, el maki sushi era una combinación entre arroz y pescado crudo y el sushi era arroz con diferentes ingredientes dentro del arroz. Después nos sirvieron más cosas, como pepinillos con soja, fideos, pollo frito ,arroz frito y entre medias nos sirvieron una comida rara japonesa y al lado una tabla de Wasabi. Mis padres me dijeron que con un poco ya te picaba muchísimo y eso es lo que me dieron. Lo probé con miedo aunque no estaba muy decidido me lo tomé. Picaba muchísimo, al principio no bebí agua pero al cabo de medio minuto no podía aguantarme.


Si no hubiera sido mi cumpleaños no hubiera querido ir al japonés, si no hubiera querido ir al japonés no hubiera probado el wasabi, si no hubiera probado el wasabi, no me habría gustado tanto, ni tampoco sabría como sabe.

Fin

Cuento de Antónimos

El Pueblo al revés


Había una vez un pueblo que estaba en un pequeño valle, en un bosque muy lejano a la ciudad. En el pueblo había 100 habitantes. Había una herrería que vendía madera, una panadería que vendía yogures, una granja en la que arreglaban ropa...


Un día vino un turista de Sevilla que iba hacer una entrevista a los habitantes del pueblo, para después ponerla en el periódico. El turista quería ver como era su vida cotidiana y quiso ver la cárcel del pueblo para ver si había algún detenido o algún policía.

Cuando entró en la cárcel todo era muy tranquilo. El turista se extrañó mucho, no solo por lo tranquilo que estaba aquello, sino que también porque había objetos antiguos como unos jarrones de cerámica, trozos de casas muy antiguas y apartado de todo lo demás en el centro había una pequeña piedra preciosa… Cuando se acercó a la piedra preciosa no pudo sostener la tentación de tocar el cristal de la caja donde estaba metida. Todo estaba muy oscuro, no había ni un alma hasta que de repente aparecieron cinco personas del techo bajando por unas cuerdas, iban vestidos muy raro iban vestidos como de … policías. De pronto se lanzaron a por el turista y le ataron unas esposas y le metieron en una furgoneta. El turista pensaba que le habrían confundido con un recluto porque estaba en la cárcel, pero cuando los policías le dijeron que estaba detenido por intentar robar el símbolo del pueblo, la piedra preciosa más antigua y más cara de todo el mundo él les contó la historia de cómo estaba ahí, pero los policías no se lo creyeron .

La furgoneta paró en un gran edificio en el que ponía museo. Cuando vio esas letras lo entendió todo. Entendió que por eso en la entrada del pueblo ponía el pueblo al revés y por eso le habían detenido, porque la cárcel era el museo, y el museo era la cárcel. Ya sabía que poner en la noticia pero antes tenía que salir de allí.

Le metieron en unas celdas, no sabía qué hacer, creía que nunca podría salir de allí ya le daba igual que no hiciera la noticia con tal de salir de allí.

Pasó una noche entera en la cárcel. Al día siguiente pensaba lo mismo que el día anterior, pero de repente apareció por detrás un hombre vestido con corbata, que llevaba una placa en la que ponía alcalde. Estaba mirando a todos los presos uno a uno y abriéndoles la celda porque era la hora de comer, le tocó al turista, cuando se la abrió se puso un poco más contento porque pudo salir aunque sólo fuera a comer en el comedor de la cárcel. Se estaban todos marchando menos él que seguía pensando en cuándo saldría de allí. Al alcalde solo le faltaba uno de abrir el que decían que era el más peligroso. Cuándo el alcalde le abrió y se giró para marcharse, el último preso al que acababan de abrir cogió una silla de su celda y se la arrojó al alcalde, el alcalde no se enteró ni tampoco el policía que le acompañaba pero el turista sí y sin saber porque, se tiró hacia el alcalde y le tiró al suelo salvandole de que no se hubiera partido la cabeza por la fuerza con la que el preso había tirado la silla. Gracias a esa buena acción después de comer, cuando todos volvían a sus celdas el alcalde se giró hacia él y le dijo que gracias. El turista le contó su historia y el alcalde a diferencia de los policías si que se la creyó. Le dijo que solo le soltaría si no ponía la noticia del pueblo al revés. El turista aceptó y se marchó de nuevo a Sevilla.

Al día siguiente en la única cadena que tenían las televisiones de pueblo al revés aunque en los demás sitios no la había, dijeron que un turista desconocido salvaba al alcalde y en el periódico de Andalucía el titular era busqueda sin exito y más abajo ponía que un periodista de Sevilla había ido a ver un sitio desconocido donde acampó una noche para seguir un poco más su búsqueda, pero tampoco había encontrado nada ese día, así que tuvo que volver a sevilla.   

Edad moderna